Muchas constelaciones tienen orígenes remotos y por lo tanto sus nombres también se remontan a la antigüedad. En cambio, otras constelaciones fueron introducidas en épocas más recientes y sus nombres pueden parecernos extraños.
Conocer los nombres de las constelaciones, saber quien los asignó y en qué época lo hicieron nos ayuda a comprender mejor la composición de la bóveda celeste.
Introducción: creando figuras imaginarias
Si observamos el cielo a simple vista en una noche clara, nuestros ojos empezarán a relacionar los astros más brillantes formando grupos. De este modo y sin pensarlo, crearemos un sistema propio de constelaciones formado por agrupaciones de estrellas. A veces, estas agrupaciones coincidirán parcialmente con las constelaciones oficiales.
Este proceso de agrupación de estrellas y de construcción de constelaciones con figuras imaginarias empezó hace muchos siglos, cuando los primeros astrónomos empezaron a observar la esfera celeste para establecer un sistema de referencia.
Naturalmente, en este proceso no se vieron involucradas todas las estrellas visibles en el cielo, sino solo las que eran observables desde las latitudes en que vivían los observadores y astrónomos. Un observador situado en el Hemisferio Norte de la Tierra no habría podido codificar constelaciones de estrellas que solo son visibles desde el Hemisferio Sur, y viceversa.
Las constelaciones históricas
La mayoría de los nombres de las constelaciones más antiguas son de origen griego. Se remontan a esta civilización las primeras noticias sobre agrupaciones estelares; aunque con anterioridad, algunos pueblos mesopotámicos habían codificado ya las constelaciones que luego conocerían los griegos.
El primero en hablar de constelaciones fue Arato, escritor griego que vivió en el siglo III a. de C. Sin embargo, las constelaciones que describe no pertenecen a la parte de la esfera celeste observable desde las latitudes y durante el período en que vivió.
Se deduce que las constelaciones descritas por Arato fueron introducidas un par de milenios antes por un pueblo que vivió a una latitud de unos 35º N. La única civilización que se desarrolló en tal período y tal latitud fue la de los acadios, que vivieron en Mesopotamia. Por lo tanto, se considera que las constelaciones fueron designadas por la cultura mesopotámica, y posteriormente pasaron a los griegos. Esta teoría se respalda con el hallazgo de algunas tablillas mesopotámicas en las que figuran las constelaciones de Arato.
Probablemente, las constelaciones acádicas estaban ligadas a personajes de la mitología local; más tarde pasaron a la civilización minoica, extendida por el Mediterráneo oriental. Este paso llevó a la sustitución de los nombres y personajes ligados a las constelaciones. Así, pasando de un pueblo a otro, se produjo el enlace con las leyendas de la mitología clásica.
El astrónomo griego Claudio Ptolomeo describió en el Almagesto (siglo II) un total de 48 constelaciones que fueron reconocidas en occidente hasta el final de la Edad Media. Estas constelaciones se pueden dividir en dos grupos: las 12 constelaciones zodiacales, que son las tradicionales, y otras 36 figuras adicionales.
Estas son las 12 constelaciones zodiacales tradicionales:
Nombre en latín | Nombre en castellano | Genitivo | Abrev. |
---|---|---|---|
Aries | El Carnero | Arietis | Ari |
Taurus | Tauro | Tauri | Tau |
Gemini | Gemini | Geminorum | Gem |
Cancer | El Cangrejo | Cancri | Cnc |
Leo | El León | Leonis | Leo |
Virgo | La Virgen | Virginis | Vir |
Libra | La Balanza | Librae | Lib |
Scorpius | El Escorpión | Scorpii | Sco |
Sagittarius | Sagitario | Sagittarii | Sgr |
Capricornus | Capricornio | Capricorni | Cap |
Aquarius | Acuario | Aquarii | Aqr |
Pisces | Los Peces | Piscium | Psc |
Las constelaciones de la Ballena y Ofiuco también se encuentran en la zona de paso de la eclíptica, ya que el movimiento aparente del Sol cruza sus límites. Por tanto, a nivel astronómico existen 14 constelaciones zodiacales en vez de 12.
Y estas son las otras 36 constelaciones adicionales:
Nombre en latín | Nombre en castellano | Genitivo | Abrev. |
---|---|---|---|
Andromeda | Andrómeda | Andromedae | And |
Aquila | El Águila | Aquilae | Aql |
Ara | El Altar | Arae | Ara |
Argo Navis | - | - | - |
Auriga | El Cochero | Aurigae | Aur |
Bootes | El Boyero | Bootis | Boo |
Canis Maior | El Can Mayor | Canis Maioris | CMa |
Canis Minor | El Can Menor | Canis Minoris | CMi |
Cassiopeia | Casiopea | Cassiopeiae | Cas |
Centaurus | El Centauro | Centauri | Cen |
Cepheus | Cefeo | Cephei | Cep |
Cetus | La Ballena | Ceti | Cet |
Corona Australis | La Corona Austral | Coronae Australis | CrA |
Corona Borealis | La Corona Boreal | Coronae Borealis | CrB |
Corvus | El Cuervo | Corvi | Crv |
Crater | La Copa | Crateris | Crt |
Cygnus | El Cisne | Cygni | Cyg |
Delphinus | El Delfín | Delphini | Del |
Draco | El Dragón | Draconis | Dra |
Equuleus | El Caballito | Equulei | Equ |
Eridanus | El Erídano | Eridani | Eri |
Hercules | Hércules | Herculis | Her |
Hydra | La Hidra | Hydrae | Hya |
Lepus | La Liebre | Leporis | Lep |
Lupus | El Lobo | Lupi | Lup |
Lyra | La Lira | Lyrae | Lyr |
Ophiuchus | Ofiuco | Ophiuchi | Oph |
Orion | Orión | Orionis | Ori |
Pegasus | Pegaso | Pegasi | Peg |
Perseus | Perseo | Persei | Per |
Piscis Austrinus | El Pez Austral | Piscis Austrini | PsA |
Sagitta | La Flecha | Sagittae | Sge |
Serpens | La Serpiente | Serpentis | Ser |
Triangulum | El Triángulo | Trianguli | Tri |
Ursa Maior | La Osa Mayor | Ursae Maioris | UMa |
Ursa Minor | La Osa Menor | Ursae Minoris | UMi |
Todas estas constelaciones fueron adoptadas por la Unión Astronómica Internacional (UAI), excepto la constelación de Argo Navis, que más tarde quedaría dividida en otras cuatro constelaciones. La UAI hizo públicas estas figuras junto con otras 40 constelaciones modernas (un total de 88) de forma oficial en 1930.
Familias celestes
Algunas constelaciones forman auténticas familias celestes. Un ejemplo es el de las constelaciones de Casiopea, Cefeo, Andrómeda, Pegaso, Perseo y la Ballena, relacionadas con el mito de Perseo y Andrómeda. La función de tales relaciones a través de los mitos consistía en facilitar la memorización del lugar de las constelaciones en la esfera celeste, ya que en la misma familia se agrupaban constelaciones situadas en la misma región del cielo.
Otro ejemplo es el de las constelaciones de Capricornio, Acuario, Peces y la Ballena, en las que todos los componentes, pese a no estar vinculados a un único mito, tienen en común su relación con el agua. No se trata de una casualidad, ya que estas constelaciones ocupan la región del cielo conocida en la antigüedad como «aguas celestes», probablemente porque el Sol visitaba esta zona de la bóveda celeste durante la estación de las lluvias.
La coincidencia de la Osa Mayor
Naturalmente, lo que vale para las constelaciones creadas por civilizaciones occidentales o del Próximo Oriente deja de valer para las que nacieron en otras partes del mundo, como China o América. Los pueblos que vivían en dichas regiones identificaron distintas constelaciones y les asignaron nombres diferentes.
Pero existe un caso que tiene que ver con la constelación de la Osa Mayor. Esta constelación fue identificada con una osa tanto por los griegos como por las tribus indias de América del Norte. Esto no significa que las dos civilizaciones tuvieran contacto alguna vez. Se trata de una coincidencia.
Las constelaciones de otros pueblos
Como ya se ha dicho, el proceso que lleva a la creación de las constelaciones varía muy significativamente dependiendo de la latitud, cultura y otros factores: pueblos distintos pueden crear constelaciones distintas.
Por ejemplo, el cielo chino contiene muchas más constelaciones que el nuestro; el número de constelaciones chinas supera los dos centenares. La razón estriba en que los chinos consideraban constelaciones más pequeñas que las de los pueblos del mundo occidental: las suyas tenían a veces poquísimas estrellas. Esto se refleja también en los nombres, más numerosos y variados, que incluyen no solo animales (reales o imaginarios) sino también personalidades del Celeste Imperio.
Las constelaciones abandonadas
Las constelaciones que se aceptan en la actualidad son el resultado de un proceso que ha necesitado siglos, y por el camino se han abandonado muchas constelaciones, caídas en desuso o que no se han utilizado nunca.
Hay muchas constelaciones que fueron propuestas por astrónomos y que nunca fueron aceptadas por la comunidad de estudiosos. En ocasiones se pretendía honrar al soberano introduciendo una constelación que lo recordara para siempre, como sucedió con el Roble de Carlos: una constelación creada por el astrónomo y matemático Edmond Halley en honor al rey Carlos II.
Otras constelaciones, pese a su origen antiguo, cayeron en desuso. El caso más conocido es tal vez el de Argo Navis, una imponente agrupación de estrellas situada en el hemisferio meridional. Esta constelación fue desmembrada en cuatro más pequeñas, la Quilla, la Popa, la Vela y la Brújula, porque su tamaño la hacía poco útil como referencia.
Las constelaciones modernas
La parte del cielo observable desde latitudes meridionales fue tomada en consideración desde los comienzos de la Edad Moderna, con los primeros viajes por mar. Fue entonces que empezaron a crear nuevas constelaciones.
Las nuevas constelaciones se reparten entre sus creadores. Caspar Vopel: 1 constelación el 1536; Johann Bayer: 12 constelaciones el 1603; Petrus Plancius: otras 4 constelaciones; Johannes Hevelius: otras 7 constelaciones; y finalmente Nicolas Louis de Lacaille: las 17 constelaciones restantes.
La constelación de Caspar Vopel
El cartógrafo alemán Caspar Vopel elevó el antiguo asterismo conocido como «Cabellera de Berenice» a constelación en su globo celeste de 1536. También Gerardus Mercator la puso en su globo celeste de 1551. Tycho Brahe corroboró la constelación el 1598 en su obra Astronomiæ Instauratæ Mechanica.
Nombre en latín | Nombre en castellano | Genitivo | Abrev. |
---|---|---|---|
Coma Berenices | La Cabellera de Berenice | Comae Berenices | Com |
Las constelaciones de Bayer
El astrónomo alemán Johann Bayer fue el primero en ampliar el trabajo de Ptolomeo, aportando constelaciones del Hemisferio Sur. Basándose en el catálogo del navegante holandés Keyser, Johann adoptó y publicó en el año 1603 en su atlas estelar Uranometria un total de 12 constelaciones; son las siguientes:
Nombre en latín | Nombre en castellano | Genitivo | Abrev. |
---|---|---|---|
Apus | El Ave del Paraíso | Apodis | Aps |
Dorado | La Dorada | Doradus | Dor |
Musca | La Mosca | Muscae | Mus |
Tucana | El Tucán | Tucanae | Tuc |
Volans | El Pez Volador | Volantis | Vol |
Triangulum Australe | El Triángulo Austral | Trianguli Australis | TrA |
Grus | La Grulla | Gruis | Gru |
Hydrus | La Hidra Macho | Hydri | Hyi |
Indus | El Indio | Indi | Ind |
Phoenix | El Ave Fénix | Phoenicis | Phe |
Chamaeleon | El Camaleón | Chamaeleontis | Cha |
Pavo | El Pavo | Pavonis | Pav |
Las constelaciones de Plancius
Petrus Plancius fue un astrónomo flamenco que estableció 4 constelaciones nuevas: en el año 1592 creó la constelación de la Paloma a partir de estrellas del Can Mayor. Más tarde, en 1613, Plancius creó las constelaciones del Unicornio y del Camello, pero esta última fue renombrada con el nombre la Jirafa un año más tarde por el astrónomo alemán Jakob Bartsch.
Nombre en latín | Nombre en castellano | Genitivo | Abrev. |
---|---|---|---|
Columba | La Paloma | Columbae | Col |
Monoceros | El Unicornio | Monocerotis | Mon |
Camelopardalis | La Jirafa | Camelopardalis | Cam |
Crux | La Cruz del Sur | Crucis | Cru |
Las constelaciones de Hevelius
El astrónomo polaco Johannes Hevelius, el padre de la topografía lunar, tampoco se quedaría atrás. Hevelius definió un total de 7 constelaciones en 1683, pero fueron publicadas póstumamente tres años después de su muerte, es decir, en 1690 en su atlas estelar Firmamentum Sobiescianum. Son las siguientes:
Nombre en latín | Nombre en castellano | Genitivo | Abrev. |
---|---|---|---|
Canes Venatici | Los Lebreles | Canum | CVn |
Lacerta | El Lagarto | Lacertae | Lac |
Leo Minor | El León Menor | Leonis Minoris | LMi |
Lynx | El Lince | Lyncis | Lyn |
Scutum | El Escudo | Scuti | Sct |
Sextans | El Sextante | Sextantis | Sex |
Vulpecula | La Raposa | Vulpeculae | Vul |
Las constelaciones de Lacaille
El astrónomo que más influyó en la creación de nuevas constelaciones fue sin duda el abad francés Nicolas Louis de Lacaille, en el siglo XVIII. A él se debe la introducción de 17 constelaciones del Hemisferio Sur. Para poder estudiarlas, Lacaille viajó hasta el Cabo de Buena Esperanza, la parte más austral de África.
Para nombrar a las nuevas constelaciones, Lacaille tuvo el propósito de celebrar las obras del ingenio humano. Así fue como las bautizó como el Microscopio, el Telescopio, la Máquina Neumática y el Octante, entre otros. Estos son los nombres de las 17 constelaciones de Lacaille:
Nombre en latín | Nombre en castellano | Genitivo | Abrev. |
---|---|---|---|
Antlia | La Máquina Neumática | Antliae | Ant |
Horologium | El Reloj | Horologii | Hor |
Octans | El Octante | Octantis | Oct |
Circinus | El Compás | Circini | Cir |
Mensa | La Mesa | Mensae | Men |
Pictor | El Caballete del Pintor | Pictoris | Pic |
Caelum | El Cincel | Caeli | Cae |
Microscopium | El Microscopio | Microscopii | Mic |
Reticulum | El Retículo | Reticuli | Ret |
Fornax | El Horno | Fornacis | For |
Norma | La Escuadra | Normae | Nor |
Sculptor | El Taller del Escultor | Sculptoris | Scl |
Telescopium | El Telescopio | Telescopii | Tel |
Por otra parte, también se atribuye a Lacaille la división de la constelación Argo Navis en otras cuatro constelaciones más pequeñas:
Nombre en latín | Nombre en castellano | Genitivo | Abrev. |
---|---|---|---|
Carina | La Quilla | Carinae | Car |
Puppis | La Popa | Puppis | Pup |
Vela | La Vela | Velorum | Vel |
Pyxis | La Brújula | Pyxidis | Pyx |
En la actualidad existen 88 constelaciones oficiales reconocidas por la UAI. Lógicamente, Ptolomeo se queda con 47 constelaciones en vez de 48, fruto de la división de Argo Navis en las otras cuatro constelaciones más pequeñas.