La constelación de Perseo está situada en el hemisferio norte de la esfera celeste. Fue descrita por Claudio Ptolomeo en el Almagesto (siglo II), formando parte de las 48 constelaciones antiguas. Perseo es el mítico salvador de Andrómeda, protagonista de muchas aventuras de los mitos griegos. Fue llevado al cielo cerca de las constelaciones ligadas a su historia.
Esta constelación ocupa una superficie de 615° cuadrados, en los que contiene un total de 2 objetos Messier, 98 objetos NGC y 2 objetos Caldwell. La estrella más brillante de Perseo es Mirfak. En cuanto a su nomenclatura, su abreviatura es Per, su nombre en latín es Perseus y su genitivo es Persei. Tiene un total de 158 estrellas (de magnitud visual < 6,5).
Leyenda: en la carta celeste se muestra la cuadrícula de las coordenadas ecuatoriales. Las estrellas se representan en color blanco, y su tamaño se relaciona con su magnitud absoluta redondeada al entero más cercano. Las etiquetas de las estrellas siguen la denominación de Bayer. En algunas cartas celestes se ve representada la eclíptica en color azul claro.
Localización
Para localizar la constelación de Perseo, se prolonga la alineación formada por las estrellas Alfa Andromedae, Beta Andromedae y Gamma Andromedae de la constelación de Andrómeda, y se llega a la estrella más luminosa de Perseo: Mirfak. Se encuentra justo encima de las constelaciones de Tauro y Aries.
Perseo tiene 7 constelaciones colindantes:
Coordenadas
La constelación de Perseo ocupa una región del cielo comprendida entre 1 hora 25 minutos y 4 horas 45 minutos de ascensión recta, y entre 31° y 59° de declinación. En las latitudes mediterráneas es parcialmente circumpolar: mientras que una parte siempre es visible, el resto de Perseo pasa cierto tiempo bajo el horizonte.
Estrellas notables
La estrella más brillante de Perseo es Mirfak (Alfa Persei), con una magnitud de 1,8. Es una estrella gigante que dista unos 600 años luz de nosotros. El nombre de Mirfak procede del árabe y significa «el codo de las Pléyades». También se la conoce como Algenib, que procede del árabe y significa «el lado»; pero Algenib también se usa para referirse a Gamma Pegasi, de la constelación del Pegaso.
La estrella Beta Persei también es conocida con el nombre de Algol, del árabe «estrella endemoniada». Se trata de la primera variable de eclipse que se descubrió. Su magnitud pasa de 2,1 a 3,4 en menos de tres días por efecto de los mutuos eclipses entre las dos estrellas que la componen. El descubrimiento de la variabilidad de esta estrella se produjo en el siglo XVII. El nombre se debe al hecho de que, antiguamente, este astro identificaba la cabeza de la Górgona que mató Perseo.
Objetos notables
Uno de los grandes atractivos de la constelación de Perseo es su doble cúmulo, llamado Cúmulo Doble de Perseo, con una magnitud de 4,3 y constituido por los cúmulos abiertos NGC 869 y NGC 884, llamados también «h Persei» y «χ Persei». Ambas agrupaciones estelares se encuentran próximas entre sí.
Los prismáticos son el mejor instrumento para observar este tipo de objetos. Con ellos se puede ver un gran número de estrellas reunidas en dos grupos cercanos. Se trata de astros jóvenes de color azul situados a unos 7600 años luz de nosotros. En condiciones favorables es posible distinguirlos a simple vista como dos manchas luminosas. Los dos cúmulos contienen un total aproximado de 700 estrellas.
Otro objeto interesante en la constelación de Perseo es M34, un cúmulo abierto con una magnitud aparente de 5,5. Se encuentra a 1400 años luz de la Tierra y es menos rico que los dos anteriores.
Cerca de Xi Persei se encuentra la gran «Nebulosa California» (NGC 1499), así denominada por su forma: se trata de una región de hidrógeno ionizado, espectacular en las fotografías de larga exposición. Tiene una magnitud aparente de 5,0 y se encuentra a 1000 años luz de distancia de nosotros.
Las perseidas
Las perseidas son una lluvia de meteoros que se produce cada año precisamente en torno al día de San Lorenzo. Por esta razón también son conocidas con el nombre de «Lágrimas de San Lorenzo». En realidad, su máxima actividad se produce hacia el 12 y el 13 de agosto, a pesar de que San Lorenzo es el 10 de agosto.
Estos meteoros se llaman perseidas porque su radiante —punto del que parecen provenir— está situado en la constelación de Perseo. El motivo del comportamiento regular de las perseidas está en su origen: desde el 7 de agosto hasta la mitad de este mes, la Tierra atraviesa una franja de polvo que dejó el cometa Swift-Tuttle y atrae una parte del material del cometa.
Al entrar en la atmósfera, las partículas se sobrecalientan y ionizan el aire que atraviesan, creando unos trazos luminiscentes visibles desde el suelo. Las perseidas forman uno de los enjambres más abundantes del año y son también las más populares por ser visibles desde el hemisferio norte durante el verano.
Mitología
De las empresas llevadas a cabo por Perseo, la más apasionante es la muerte de Medusa, la Górgona con la cabeza provista de una cabellera de serpientes, cuya mirada, al igual que la de sus hermanas, petrificaba a quien la mirase. Las Górgonas vivían en el monte Atlas y, desde él, vigilaban a las Greas, que tenían un solo ojo y estaban obligadas a pasar por allí de vez en cuando.
Perseo se preparó para su empresa con un equipo especial: podía hacerse invisible gracias a un yelmo que le dio Plutón, se protegía con un escudo de bronce batido por Minerva e iba armado con una espada de diamante construida por Vulcano. Calzaba sus pies con unas sandalias aladas, donación de Mercurio.
Así equipado, se desembarazó fácilmente de las Greas atravesando su único ojo y, por la noche, al ver en su brillante escudo la imagen reflejada de Medusa, que dormía, mató a la Górgona cortándole la cabeza. Del cuerpo decapitado de Medusa salió Pegaso, el caballo alado con el que Perseo efectuó el salvamento de Andrómeda.