El Can Menor (constelación)

La constelación del Can Menor está situada en el hemisferio norte de la esfera celeste. Fue descrita por Claudio Ptolomeo en el Almagesto (siglo II), formando parte de las 48 constelaciones antiguas. Es una constelación conocida desde la antigüedad que representa uno de los dos perros que acompañaban al gigante Orión en sus batidas de caza; el otro perro es el Can Mayor, otra constelación cercana.

Esta constelación ocupa una superficie de 183,4° cuadrados, en los que contiene un total de 19 objetos NGC, ningún objeto Messier y ningún objeto Caldwell. La estrella más brillante del Can Menor es Procyon. En cuanto a su nomenclatura, su abreviatura es CMi, su nombre en latín es Canis Minor y su genitivo es Canis Minoris. Tiene un total de 47 estrellas (de magnitud visual < 6,5).

Carta celeste de la constelación del Can Menor
Carta celeste de la constelación del Can Menor
Leyenda de la carta celeste

Leyenda: en la carta celeste se muestra la cuadrícula de las coordenadas ecuatoriales. Las estrellas se representan en color blanco, y su tamaño se relaciona con su magnitud absoluta redondeada al entero más cercano. Las etiquetas de las estrellas siguen la denominación de Bayer. En algunas cartas celestes se ve representada la eclíptica en color azul claro.

Localización

Esta pequeña constelación se localiza fácilmente en el cielo mirando al sur de una brillante estrella de la constelación de Gemini: Cástor. La estrella más brillante del Can Menor, la ya citada Procyon, se encuentra 25° al sur de Cástor.

También se puede partir del grupito de estrellas que identifica la cabeza de la constelación de la Hidra y desplazarse unos 15° a occidente, o mirar 30° al este de Betelgeuse, uno de los hombros de Orión.

El Can Menor tiene 4 constelaciones colindantes:

Coordenadas

El paso de la estrella Procyon en oposición al Sol se produce hacia el 20 de enero. Este período es el más favorable para la observación del Can Menor. Esta pequeña constelación abarca una región del cielo comprendida entre las 7 horas 5 minutos y las 8 horas 10 minutos de ascensión recta, y entre 0° y 13° de declinación.

Estrellas notables

Como ya se ha dicho, Procyon es la estrella más luminosa de la constelación del Can Menor. Esta estrella está identificada también con la letra Alfa de acuerdo con la convención introducida por Bayer, con lo que también se denomina Alfa Canis Minoris. La magnitud de esta estrella es de 0,5. Este dato la coloca en el octavo puesto de la clasificación de las estrellas más luminosas de la bóveda celeste.

Contrariamente a cuanto pueda parecer a primera vista, el nombre de esta estrella no tiene nada que ver con el animal homónimo de cola atigrada. Procyon viene del griego y significa «el que precede al perro». Esta constelación surge antes que la vecina constelación del Can Mayor, mucho más luminosa.

Procyon es un sistema binario muy cercano a nuestro sistema solar: se encuentra a 11,4 años luz, y es un sistema parecido a Sirio. La componente principal es una estrella blanco-amarilla llamada Procyon A, mientras que la componente secundaria es una enana blanca llamada Procyon B, con una magnitud de 10,8.

La existencia de Procyon B, análogamente a lo que sucede con Sirio, se dedujo del movimiento de Procyon A mucho antes de que se realizara el descubrimiento con un telescopio. Dicho movimiento mostraba que la estrella sufría la influencia gravitacional de una compañera invisible, de masa igual a tres quintes partes de la solar, que orbitaba a su alrededor en unos 40 años.

Procyon B fue observada por primera vez en 1896, mientras que la predicción de su existencia se produjo en 1861. La separación, pese a variar entre 2 y 5 segundos de arco, no facilita tanto la observación como se podría pensar a primera vista. La diferencia de magnitud entre las dos estrellas hace que sea muy difícil captar el débil brillo de esta estrella.

La segunda estrella más brillante del Can Menor es Beta Canis Minoris o Gomeisa, que significa «la que llora», en árabe. La historia se refiere a una hermana que llora al quedar atrás cuando Canopus y Sirio corren al sur para salvar sus vidas. Se trata de una estrella variable del tipo Gamma Cassiopeiae, cuya luminosidad oscila entre las magnitudes 2,8 y 2,9. Se encuentra a 170 años luz de nosotros.

En la constelación del Can Menor existen tres estrellas variables del tipo Mira. La más notable de ellas es S Canis Minoris, que en un período de 333 días pasa de una magnitud de 6,6 a otra de 13,2. Resulta siempre imperceptible a simple vista pero observable con unos prismáticos en el momento de su máximo esplendor. Las otras dos variables de este tipo son V Canis Minoris, que en 366 días pasa de magnitud 7,4 a 15,1; y R Canis Minoris, que en 338 días pasa de magnitud 7,3 a 11,6.

Objetos notables

A pesar de que la Vía Láctea atraviesa esta constelación, existen pocos objetos notables y de interés que sean observables con telescopios de aficionado. El Can Menor contiene un total de 19 objetos del catálogo NGC de baja luminosidad.

Sin embargo, un objeto interesante es la nebulosa planetaria Abell 24, también llamada PK 217+14,1. Esta nebulosa se encuentra a unos 1730 años luz de nuestro sistema solar y tiene una magnitud aparente de 13,6. Este objeto forma parte del Catálogo Abell, del astrónomo estadounidense George Ogden Abell.

Mitología

Además de representar uno de los dos perros de caza de Orión, la constelación del Can Menor también nos recuerda la leyenda de Icario, el hombre a quien Dioniso reveló el secreto de la vinificación. Icario dio de beber a unos pastores, a los que les gustó tanto el vino que se emborracharon. No obstante, estos pastores creyeron haber sido envenenados por Icario y lo mataron.

Lámina antigua de la constelación del Can Menor
Representación de la constelación del Can Menor en la carta XII de la Uranographia de Johann Bode (1801). En su cuerpo se encuentra la estrella brillante Procyon.

El fiel perro de Icario corrió a avisar a la hija de éste y la llevó hasta donde se encontraba el cadáver de su padre. Presa de la desesperación, la hija se dio muerte y otro tanto hizo el perro. La piedad de los dioses puso al perro en el cielo en forma de constelación y también Icario fue elevado en la constelación del Boyero.