El Dragón (constelación)

La constelación del Dragón está situada en el hemisferio norte de la esfera celeste. Fue descrita por Claudio Ptolomeo en el Almagesto (siglo II), formando parte de las 48 constelaciones antiguas. El Dragón contiene un punto astronómico relevante: el Polo Norte de la eclíptica. Este punto es el centro de la circunferencia descrita por el Polo Norte celeste en 26000 años debido al movimiento de precesión del eje terrestre.

Esta constelación ocupa una superficie de 1083° cuadrados, en los que contiene un total de 1 objeto Messier, 313 objetos NGC y 2 objetos Caldwell. La estrella más brillante del Dragón es Etamin. En cuanto a su nomenclatura, su abreviatura es Dra, su nombre en latín es Draco y su genitivo es Draconis. Tiene un total de 211 estrellas (de magnitud visual ≤ 6,5).

Carta celeste de la constelación del Dragón
Carta celeste de la constelación del Dragón
Leyenda de la carta celeste

Leyenda: en la carta celeste se muestra la cuadrícula de las coordenadas ecuatoriales. Las estrellas se representan en color blanco, y su tamaño se relaciona con su magnitud absoluta redondeada al entero más cercano. Las etiquetas de las estrellas siguen la denominación de Bayer. En algunas cartas celestes se ve representada la eclíptica en color azul claro.

Localización

A pesar de su gran extensión, la constelación del Dragón no contiene estrellas muy luminosas. La parte más fácilmente identificable es la cabeza, representada por un cuadrilátero de estrellas situado entre las constelaciones de Hércules y de la Osa Menor. El resto de la constelación se encuentra a occidente de este asterismo, entre las dos osas.

El Dragón tiene 8 constelaciones colindantes:

Coordenadas

La constelación del Dragón abarca una región del cielo comprendida entre 47° N y 86° N de declinación, y entre 9 horas 20 minutos y 20 horas 40 minutos de ascensión recta. Es íntegramente visible todo el año desde latitudes más al norte de 43° N y parte del año desde las regiones comprendidas entre 43° N y 4° S. Por debajo de 4° S nunca es íntegramente visible.

Estrellas notables

La estrella Alfa Draconis o Thuban es una estrella bastante insignificante porque, pese a identificarse por medio de la primera letra del alfabeto griego, no figura entre las más brillantes de la constelación. En torno al año 2700 a. de C. esta estrella estaba en las proximidades del Polo Norte celeste, por lo que en aquél momento era la estrella Polar. Paulatinamente, la precesión de los equinoccios fue llevando el polo cada vez más lejos de Thuban y actualmente la Polar es la estrella Alfa de la Osa Menor. Dentro de 21000 años, este papel será recuperado por Thuban.

La estrella más luminosa del Dragón es Gamma Draconis o Etamin, con una magnitud de 2,2. Esta estrella también tiene una importancia histórica, ya que cuando el astrónomo inglés James Bradley la observaba, descubrió en 1795 el fenómeno de la aberración de la luz causada por la velocidad del movimiento de la Tierra en relación a la velocidad de la luz proveniente de la estrella.

Mi Draconis o Arrakis es una estrella múltiple con una magnitud aparente de 5,8 compuesta por dos estrellas enanas amarillas que orbitan la una alrededor de la otra, una tercera compañera cercana y una cuarta componente lejana que orbita alrededor de las otras tres estrellas.

Más fácil de identificar es el sistema doble de Ni Draconis o Kuma compuesto por un par de estrellas blancas de luminosidad casi igual, pues la magnitud aparente de ambas es de 4,9. Para resolver sus dos componentes bastan unos prismáticos.

Observando la estrella 39 Draconis con unos prismáticos se verá un par de estrellas, siendo una amarilla de magnitud 5 y una azul de magnitud 7. Observando el mismo sistema con un telescopio de unos 100 aumentos se aprecia la presencia de una tercera estrella de magnitud 7,7 situada en las proximidades de la componente más luminosa. Por lo tanto, se trata de un sistema triple.

Existe otro sistema triple que también merece mención: 16-17 Draconis, con una magnitud de 5,5. En este caso, los prismáticos también ayudan a visualizar las dos estrellas de quinta magnitud, mientras que un telescopio permite resolver el tercer miembro de este sistema triple, con una magnitud de 6,6.

Objetos notables

El Dragón contiene una nebulosa planetaria digna de interés para quien posea instrumentos de tamaño medio o pequeño: la nebulosa planetaria NGC 6543, también llamada nebulosa Ojo de Gato, con una magnitud aparente de 9,8. Como todos los objetos de este tipo, es una nube producida por una estrella que ha llegado al crepúsculo de su existencia. Con el combustible nuclear reducido al mínimo, esta estrella pierde las capas más externas de gas, generando la nebulosa y dejando el núcleo prácticamente despojado.

El objeto NGC 5866 también conocido como galaxia Eje es una galaxia lenticular relativamente brillante, con una magnitud aparente de 10,7. Su clasificación es un poco controvertida porque algunos astrónomos creen que se trata de un duplicado del objeto M101, pero en realidad se trata del objeto Messier M102, y se encuentra a 44 millones de años luz de nuestro sistema solar.

También es muy interesante la galaxia Renacuajo (UGC 10214), una galaxia espiral barrada perturbada, situada a unos 420 millones de años luz de nosotros. Su magnitud aparente es de 14,4, por lo que se necesitan equipos muy potentes para poder verla. Recibe este nombre debido a que tiene una cola de estrellas de unos 280 millones de años luz de largo. Esta cola se formó debido a la interacción con otra galaxia.

Mitología

El Dragón celeste, según la tradición, representa al guardián del jardín de las Hespérides, un jardín famoso por el árbol de las manzanas de oro, regalo recibido por Juno con motivo de su boda con Júpiter. Entre los trabajos que tuvo que afrontar Hércules figura el de robar algunas manzanas de oro, para lo cual tuvo que enfrentarse al Dragón que vigilaba su árbol.

Lámina antigua de la constelación del Dragón
Representación de la constelación del Dragón en la carta III de la Uranographia de Johann Bode (1801). La larga cola del Dragón se extiende entre la Osa Mayor y la Osa Menor.

En la lucha, el héroe dio muerte al monstruo con flechas envenenadas. Ambos fueron colocados en la misma región del cielo, con Hércules aplastando la cabeza del Dragón. Corresponde a Juno el mérito de haber puesto en el cielo al Dragón.