El Boyero (constelación)

La constelación del Boyero es una de las 88 constelaciones modernas y forma parte de las 48 constelaciones antiguas descritas por Claudio Ptolomeo en el Almagesto (siglo II). Se encuentra en el hemisferio norte de la esfera celeste. Durante los meses de primavera es cuando alcanza su punto más alto en el cielo.

El origen de esta constelación está vinculado con la Osa Mayor, ya que representa al pastor que vigila los siete bueyes del norte, es decir, las siete estrellas conocidas como «septentrium», término compuesto por «septem» (siete) y «triones» (bueyes). De hecho, un boyero es, precisamente, un pastor de bueyes.

Carta celeste de la constelación del Boyero
Carta celeste de la constelación del Boyero.

El Boyero ocupa una superficie de 906,8° cuadrados, en los que contiene un total de 289 objetos del catálogo NGC y 1 objeto Caldwell. Entre sus límites hay un total de 144 estrellas con una magnitud visual aparente ≤ 6,5.

La estrella más brillante del Boyero es Arturo (α Boo), que tiene la particularidad de ser la tercera estrella más brillante del firmamento, después de los astros Sirio (α CMa) y Canopus (α Car). En cuanto a su nomenclatura, su abreviatura de tres letras es Boo, su nombre en latín es Bootes y su genitivo es Bootis.

Localización

Podemos encontrar el Boyero en el hemisferio norte de la esfera celeste. Se puede localizar fácilmente partiendo de la curva descrita por las estrellas de la cola de la Osa Mayor, ya que apuntan a la estrella Arturo (α Boo), la más luminosa del Boyero. El resto de la constelación se encuentra al norte de esta estrella.

Carta para localizar la constelación del Boyero
Se puede localizar la estrella Arturo (α Boo) usando como referencia las estrellas Eta, Zeta y Épsilon de la cola de la Osa Mayor, tal y como se puede ver en la imagen.

El Boyero tiene 7 constelaciones colindantes:

Coordenadas

El Boyero abarca una región del cielo que queda comprendida entre 55° N y 8° N de declinación, y entre 14 horas 35 minutos y 15 horas 50 minutos de ascensión recta. Es íntegramente visible todo el año desde latitudes superiores a los 82° N y parte del año desde las regiones situadas entre 82° N y 35° S.

En latitudes como la de España, la constelación del Boyero es fácilmente visible durante toda la primavera, siendo el mes de junio el más ideal para observarla. Esto se debe a que durante la estación primaveral, esta constelación alcanza su punto más alto en la esfera celeste, lo que facilita su observación.

A pesar de que el Boyero tiene estrellas bastante luminosas y fáciles de ver, también contiene algunas estrellas de magnitud superior a 4,0 o 5,0 que pueden requerir unas buenas condiciones de observación. Se recomienda encontrar un lugar alejado de la contaminación lumínica y evitar las noches de Luna llena, ya que el resplandor lunar puede opacar la luz de las estrellas más tenues.

Estrellas principales

En la tabla siguiente se describen las ocho estrellas más brillantes del Boyero, con una magnitud aparente < 4,0. Para cada una de ellas se incluyen las coordenadas en el sistema J2000. Estas estrellas destacan tanto por su brillo como por su importancia en la identificación de esta figura celeste.

Nombre Bayer AR (α) Dec (δ) Magv B-V
Arturo α Boo 14h 15m 39,7s +19° 10′ 56,7″ 0,0 1,239
Izar ε Boo 14h 44m 59,2s +27° 04′ 27,2″ 2,35 0,966
Mufrid η Boo 13h 54m 41,1s +18° 23′ 51,8″ 2,68 0,58
Seginus γ Boo 14h 32m 04,7s +38° 18′ 29,7″ 3,04 0,191
Princeps δ Boo 15h 15m 30,2s +33° 18′ 53,4″ 3,46 0,961
Nekkar β Boo 15h 01m 56,8s +40° 23′ 26,0″ 3,49 0,956
Rho Bootis ρ Boo 14h 31m 49,8s +30° 22′ 17,2″ 3,57 1,298
Zeta Bootis ζ Boo 14h 41m 09,0s +13° 43′ 41,9″ 3,78 0,044

La estrella más brillante del Boyero es Arturo (α Boo o Arcturus), una estrella de magnitud aparente 0,0. Este valor la convierte en la tercera estrella más brillante del firmamento, por detrás de Sirio y Canopus. Se trata de una gigante roja que a simple vista aparece de color anaranjado, siendo su índice B-V de 1,239.

Además, Arturo es una de las estrellas que más rápidamente se mueven por el cielo en virtud de su movimiento de revolución en torno al centro de la galaxia. El movimiento medido es superior a los 2″ por año. A esta velocidad recorre un ángulo equivalente al diámetro lunar en no mucho más de 800 años.

La segunda estrella más brillante del Boyero es Izar (ε Boo), que tiene una magnitud aparente de 2,35. Esta estrella también es conocida con el sobrenombre de «Pulcherrima», que significa «la más preciosa». Fue designada así por el astrónomo Friedrich Georg Wilhelm von Struve al observar el hermoso contraste entre las dos estrellas que la componen, ya que se trata de una estrella binaria. Las dos componentes tienen diferente color y luminosidad, y están separadas 3′.

La componente principal es Izar A tiene un color amarillo-anaranjado, con una magnitud aparente de 2,5; mientras que la componente secundaria (Izar B) es de un color blanco-azulado, con una magnitud aparente de 4,9. Para apreciar su belleza se necesita un telescopio con una apertura mayor de 8 cm.

La tercera estrella más brillante de esta constelación se llama Mufrid (η Boo), con una magnitud visual aparente de 2,68. En el cielo puede encontrarse bastante cerca de la estrella Arturo; de hecho, ambas estrellas están separadas unos 3,24 años luz. Además, Mufrid también está cerca de nosotros, a solo 37 años luz.

Otra característica interesante de Mufrid es que se trata, en realidad, de una binaria espectroscópica. Su estrella acompañante tiene un período orbital de 494 días; se cree que puede tratarse de una enana roja.

Seginus (γ Boo) es la cuarta estrella más brillante del Boyero, cuya magnitud aparente es 3,04. Esta estrella que se encuentra en el hombro del Boyero es en realidad un sistema binario. Su componente principal es una gigante blanca que se encuentra a 85 años luz de nuestro sistema solar.

En orden de brillo le sigue Princeps (δ Boo) que, con una magnitud visual aparente de 3,46, es la quinta estrella más brillante de esta constelación. Esta estrella es una gigante amarilla situada a 117 años luz de nosotros y representa el otro hombro del Boyero. Su nombre proviene del latín y significa «príncipe».

La estrella Beta del Boyero, llamada Nekkar (β Boo), tiene una magnitud aparente de 3,49 y representa la cabeza. Su nombre proviene del árabe y significa «el que conduce los bueyes». Es la sexta más brillante, lo que evidencia que la designación de Bayer no sigue un orden estricto de luminosidad en esta constelación. Se trata de una gigante amarilla situada a 219 años luz de nosotros.

Rho Bootis (ρ Boo) forma una doble óptica con Sigma Bootis (σ Boo) debido a que están separadas 52′ (minutos de arco). Sin embargo, no forman un verdadero sistema binario. Rho Bootis tiene una magnitud aparente de 3,57 y se encuentra a 149 años luz de nosotros, mientras que Sigma Bootis brilla con una luminosidad de 4,47 y se encuentra mucho más cerca, a unos 50 años luz.

Zeta Bootis (ζ Boo) tiene una magnitud visual aparente de 3,78. En este caso sí que se trata de un sistema binario con un vínculo gravitacional establecido entre ambas componentes, ya que tienen una separación de 33 au (unidades astronómicas). En cambio, su separación aparente en el cielo es de 1 segundo de arco. Ambas son estrellas blancas y se encuentran a 180 años luz.

En el Boyero hay otras estrellas múltiples que también pueden observarse. Una de ellas es Alkalurops (μ Boo), cuyo nombre proviene del griego y significa «garrote». Sus dos componentes principales están separadas 108″ y se pueden resolver con un telescopio pequeño. Se trata de Alkalurops A, una estrella blanco-amarilla de magnitud 4,31, y Alkalurops B, un sistema binario de magnitud 6,51.

La magnitud aparente de Alkalurops B es integrada. Sus dos componentes son Alkalurops B y Alkalurops C, y tienen magnitudes aparentes de 7,2 y 7,8, estando visualmente mucho más cerca, a solo 2,2″. Ambas estrellas completan una órbita alrededor de su centro de masas cada 260 años.

Otra estrella similar es Xi Bootis (ξ Boo), una estrella binaria cuya magnitud aparente integrada equivale a 4,54. Este sistema binario está formado por Xi Bootis A, de magnitud 4,7, y Xi Bootis B, de magnitud 6,9. Las dos estrellas orbitan una alrededor de la otra en un período de 152 años.

Objetos notables

La constelación del Boyero contiene pocos objetos que sean particularmente interesantes. Esto es debido, en primer lugar, a que la constelación está alejada del plano galáctico y, en segundo lugar, al hecho de que las galaxias que se encuentran dentro de sus límites son poco luminosas, lo que les resta atractivo.

El único objeto que puede ser percibido sin excesivas dificultades con instrumentos de aficionados es el cúmulo globular NGC 5466, que brilla con una magnitud aparente de 9,1. Se encuentra a 51900 años luz de nuestro sistema solar y fue descubierto por William Herschel el 17 de mayo de 1784.

Estas son sus coordenadas, expresadas en el sistema J2000:

NGC/IC Messier Tipo AR (α) Dec (δ) Magv
NGC 5466 - Cúmulo
globular
14h 05m 27,3s +28° 32′ 04,0″ 9,1
Imagen coloreada en DSS2 del cúmulo globular NGC 5466
Imagen coloreada en DSS2 del cúmulo globular NGC 5466.

Un atractivo de la constelación del Boyero es la presencia de objetos de aparición fugaz como los meteoritos. Desde esta constelación se pueden observar numerosos meteoros cuya estela parece proceder de un punto situado en la constelación del Boyero. Dichos meteoros se llaman Cuadrántidas porque en el pasado la zona de donde parecían proceder estaba ocupada por el Cuadrante Mural, una constelación antigua que actualmente ya no es oficial.

Mitología

El Boyero es una constelación que aparece en leyendas muy antiguas. Según una de ellas, el Boyero representa a Icario, no al celebérrimo hijo de Dédalo, sino a un ciudadano de Atenas que acogió a Dioniso en su hogar. En agradecimiento, el dios le enseñó el arte del cultivo de la viña y de la preparación del vino.

Lámina antigua de la constelación del Boyero
Representación de la constelación del Boyero en la carta VII de la Uranographia de Johann Bode (1801). En su mano derecha lleva un garrote de pastor, y en la izquierda una hoz con la que también sujeta la correa de los Lebreles (la constelación de los perros de caza).

Un día, Icario ofreció su vino a unos pastores que bebieron hasta quedar embriagados. Sus compañeros, al verlos en tal estado, creyeron que habían sido envenenados y, para vengarse, mataron a Icario. Como recompensa por su hospitalidad, Júpiter o el propio Dioniso lo transformaron en constelación.