La constelación del Lobo está situada en el hemisferio sur de la esfera celeste. Fue descrita por Claudio Ptolomeo en el Almagesto (siglo II), formando parte de las 48 constelaciones antiguas. Se encuentra entre las constelaciones del Escorpión y el Centauro, quedando vinculada con esta última según la mitología griega: el Lobo está en la punta de lanza del Centauro, que lo iba a sacrificar para los dioses.
Esta constelación ocupa una superficie de 333,7° cuadrados, en los que contiene un total de 18 objetos NGC, ningún objeto Messier y ningún objeto Caldwell. La estrella más brillante del Lobo es Alfa Lupi. En cuanto a su nomenclatura, su abreviatura es Lup, su nombre en latín es Lupus y su genitivo es Lupi. Tiene un total de 127 estrellas (de magnitud visual ≤ 6,5).
Leyenda: en la carta celeste se muestra la cuadrícula de las coordenadas ecuatoriales. Las estrellas se representan en color blanco, y su tamaño se relaciona con su magnitud absoluta redondeada al entero más cercano. Las etiquetas de las estrellas siguen la denominación de Bayer. En algunas cartas celestes se ve representada la eclíptica en color azul claro.
Localización
Podremos localizar la constelación del Lobo una vez identificadas las «pinzas» de la constelación del Escorpión y las estrellas Alfa Centauri y Beta Centauri, de la constelación del Centauro. El Lobo se encuentra precisamente entre estos astros, orientada del noreste al sureste.
El Lobo tiene 5 constelaciones colindantes:
Coordenadas
El Lobo es una constelación austral que figura entre las constelaciones de finales de primavera o de verano. El motivo por el cual el Lobo tiene orígenes antiguos estriba en el hecho de que hace miles de años era observable desde países europeos.
Para poder observarla de forma íntegra hay que desplazarse hasta los 35° de latitud sur. Está limitada entre las 14 horas 15 minutos y las 16 horas 5 minutos de ascensión recta, y entre -30° y -55° de declinación. Junio es el mejor mes para observarla.
Estrellas notables
Alfa Lupi es la estrella más brillante de la constelación del Lobo, con una magnitud aparente de 2,3. Esto ya nos dice mucho acerca de la baja luminosidad de esta constelación. Se trata de una gigante azul que se encuentra a 550 años luz de nuestro sistema solar. De hecho, es una estrella variable del tipo Beta Cephei, con una variabilidad de un 3% en un período de unas 6 horas.
Beta Lupi es muy similar a la anterior. Su magnitud aparente es de 2,7 y se encuentra a 524 años luz de nosotros, aproximadamente. También es una estrella variable del tipo Beta Cephei, pero a diferencia de Alfa Lupi, no se conoce bien la amplitud de su variabilidad. Su período de variación es de unas 5 horas y media.
Más interesante es Épsilon Lupi, con una magnitud de 3,4, formada por tres estrellas. Este sistema estelar triple está situado a 506 años luz de nosotros. Los instrumentos pequeños permiten resolver este astro en dos estrellas de magnitudes 4 y 9,1, con una separación de 27 segundos de arco. Gracias a los telescopios de apertura superior a los 22 cm se puede ver una compañera de magnitud 5,5 situada a 0,6 segundos de arco de la componente más luminosa.
Otro sistema interesante es el de Eta Lupi, con una magnitud aparente de 3,4 y situado a unos 441 años luz de nuestro sistema solar. Se trata de un sistema estelar triple, cuyas dos componentes principales están separadas visualmente unos 15 segundos de arco y tienen una magnitud aparente de 3,6 y 7,8. La tercera componente se encuentra separada 135 segundos de arco y parece formar parte de este sistema.
Análogo a Épsilon es Mu Lupi, formada también por tres estrellas, dos de las cuales son fácilmente distinguibles, Mu Lupi A y Mu Lupi C, con una magnitud aparente de 5,1 y 7,2, respectivamente; están separadas 22,65 segundos de arco. La tercera componente (Mu Lupi B) tiene una magnitud de 5,2 y requiere instrumentos de al menos 10 cm de diámetro para separarla de su vecina, ya que su separación con Mu Lupi A es de 1 segundo de arco.
Objetos notables
Situados al norte de la constelación del Lobo podemos encontrar un par de cúmulos globulares llamados NGC 5824 y NGC 5986. Ninguno de estos dos cúmulos es visible a simple vista, dado que sus magnitudes aparentes son de 9,1 y 7,6, respectivamente.
Otro cúmulo globular de esta constelación es NGC 5927, situado al sur del Lobo, en el límite con la constelación de la Escuadra. Se encuentra a unos 24000 años luz de nosotros y tiene una magnitud aparente de 8, con lo que solo es visible con telescopio.
Más fácilmente observable con unos prismáticos o un telescopio es el cúmulo abierto NGC 5822, formado por unas 120 estrellas. Tiene una magnitud aparente de 6,5 y se encuentra visualmente cerca de la estrella Zeta Lupi.
Mitología
La mitología de la constelación del Lobo se remonta al período griego. Es una constelación vinculada al Centauro, que a menudo se representa ofreciendo un animal en sacrificio a los dioses. Este animal sacrificado sería el Lobo.
No obstante, a lo largo de los siglos esta constelación se ha identificado con varias figuras: un animal selvático para los griegos y una bestia no mejor identificada para los romanos. En el Renacimiento tuvo lugar la asociación con el lobo.