René Descartes nació en La Haye en Touraine (Francia) el 31 de marzo de 1596 y falleció en Estocolmo (Suecia) el 11 de febrero de 1650. Descartes fue un filósofo, matemático y físico francés que sentó las bases de la filosofía moderna y la geometría analítica. También hizo grandes contribuciones en óptica y fisiología, y fue clave en el desarrollo de la cosmología del siglo XVII.
En 1967, el nombre de la población La Haye en Touraine fue cambiado por el nombre «Descartes», en honor al filósofo y matemático francés.
Des de finales de 1629 y hasta que viajó a Suecia en 1649, Descartes pasó la mayor parte de su vida en Holanda, donde pudo desarrollar sus ideas sobre filosofía y ciencia sin tantas limitaciones. En este período escribió importantes obras que hoy en día constituyen un valioso temario para los estudiosos.
Una de sus obras más importantes fue Discours de la méthode («El discurso del método»), publicada el 1637. Esta obra tuvo grandes implicaciones en el desarrollo de la ciencia, y es que Descartes propuso un método que sometió a juicio todos los conocimientos existentes en aquella época.
En 1649 Descartes fue invitado a la corte de la reina Cristina de Suecia, en Estocolmo, para darle clases de filosofía. Cristina le insistió en que las clases fueran a las cinco de la mañana en una sala muy fría. Tras unos meses pasando frío desarrolló una neumonía y falleció el 11 de febrero de 1650.
Infancia y juventud
Descartes fue el tercer hijo sobreviviente del matrimonio entre Joachim Descartes, parlamentario de Bretaña en Rennes, y Jeanne Brochard, hija del alcalde de Nantes. En 1597 su madre falleció tras dar a luz, por lo que el pequeño Descartes quedó a cargo de su abuela, su padre y su nodriza.
Cuando Descartes era pequeño se pasaba el día haciendo preguntas, y así fue como su padre empezó a llamarle «pequeño filósofo». En 1606 empezó sus estudios en el colegio jesuita de La Flèche, donde aprendió una base de matemáticas y física, incluyendo el trabajo de Galileo Galilei.
Entre los años 1614 y 1616 Descartes estudió derecho civil y canónico en la Universidad de Poitiers, ya que su padre quería que se convirtiese en abogado. En 1616 ya contaba con la licenciatura en Derecho.
Después de haber pasado dos años en París, en 1618, Descartes se unió al ejército del príncipe Mauricio de Nassau, pues su ambición era convertirse en un oficial militar profesional. En el ejército emprendió un estudio formal de ingeniería militar, gracias a lo que pudo avanzar en las matemáticas. En 1619 se unió por un año a las filas del duque Maximiliano de Baviera.
Etapa de investigación
En el año 1620 Descartes empezó un período de viajes que no terminó hasta 1625: pasó por Dinamarca, Alemania, Italia y Francia. Fue en uno de esos viajes que, en 1622, regresó a Francia para vender sus posesiones y garantizarse una vida con independencia financiera, sin tener que trabajar.
Descartes ya había desarrollado un intenso interés por las matemáticas, la óptica y la ciencia en general. Fue así como en 1625 se instaló de nuevo en París, donde se relacionó con muchos de los científicos de aquella época.
A finales de 1628 Descartes viajó a los Países Bajos, donde la investigación científica estaba mejor considerada al existir una relativa libertad de pensamiento. Descartes consideró que era un lugar favorable para cumplir sus objetivos científicos y filosóficos; por este motivo residió allí hasta 1649.
El pensamiento de Descartes
Antes de que Descartes desarrollase su método, la filosofía había estado dominada por el método escolástico. La escolástica está basada en el principio de la autoridad, es decir, en la comparación y contraste de las opiniones de autoridades reconocidas. Descartes rechazó este sistema y trató de aplicar a la filosofía procedimientos racionales inductivos de la ciencia.
Descartes dudó de todo el conocimiento establecido:
«En nuestra búsqueda del camino directo a la verdad no deberíamos ocuparnos de objetos de los que no podamos lograr una certidumbre similar a las de las demostraciones de la aritmética y la geometría».
«Pienso, luego existo»
La expresión Cogito, ergo sum («Pienso, luego existo») es un planteamiento de Descartes que se convirtió en un elemento fundamental del racionalismo científico occidental. A partir de este principio, Descartes llegó a la conclusión de que la consciencia del pensamiento es una prueba de la propia existencia.
Según la filosofía de Descartes, Dios creó dos clases de sustancias o materia que constituyen el todo de la realidad. Un tipo de sustancia era pensante (la inteligencia) y la otra era extensa (física). Fue a partir de estas reflexiones que desarrolló un modelo cosmológico.
La cosmología de Descartes
En su obra Principia philosophiae («Principios de filosofía», 1644), Descartes proporcionó la primera explicación en términos físicos del sistema heliocéntrico. Con este libro pretendía reemplazar el modelo geocéntrico de Aristóteles, sumándose así a la «Revolución copernicana» iniciada en Europa por Nicolás Copérnico. También expuso reflexiones sobre la naturaleza de la materia.
En el modelo que estableció Descartes, el cosmos contiene un tipo de materia y a la vez carece de espacios vacíos. En este sentido, para Descartes la materia es pura extensión, y la ausencia de vacíos implica que para cualquier movimiento, la materia se mueve y otra materia la reemplaza de forma inmediata.
Debido a que el movimiento solo puede ocurrir a través del contacto, la materia debe ser empujada. Con esta visión de la materia, junto con unas reglas del movimiento, Descartes sentó las bases para la «filosofía mecánica de la naturaleza», en contraposición al neoplatonismo de Johannes Kepler.
Kepler buscó la estructura geométrica del universo, creyendo la doctrina neoplatónica que estaba basada en los cinco sólidos perfectos y caracterizada por armonías musicales.
Las leyes cartesianas del movimiento
Para Descartes, el movimiento de las partículas es lo que da a las sustancias sus propiedades, como la fluidez y la dureza. Los cuerpos más duros tienen partículas que todas son tan difíciles de separar como su totalidad. Esta visión corpusculista está estrechamente relacionada con el atomismo.
Basándose en observaciones sobre la resistencia de la naturaleza al vacío, Descartes dedujo que todas las partículas están empaquetadas de tal forma que el vacío no puede existir. No obstante, afirmó que tampoco lo puede negar porque carece de las observaciones necesarias.
Entonces Descartes estipuló unas reglas o leyes del movimiento de las partículas sobre las que todos los objetos que había observado están sometidos: la ley de la inercia, la dirección del movimiento y la ley del choque.
- Ley de la inercia: un cuerpo no cambia su estado de movimiento o reposo a menos que choque con otro.
- Ley de dirección del movimiento: todos los cuerpos se mueven en línea recta, a menos que choquen con otros.
- Ley del choque: la cantidad de movimiento se mantiene constante entre dos cuerpos que chocan, por lo cual, la cantidad total de movimiento en el universo se mantiene constante.
La teoría de los vórtices
La teoría de los vórtices es un sistema que Descartes utilizó para explicar los movimientos de los cuerpos celestes a través de torbellinos de partículas muy finas de materia. Según Descartes, el universo está lleno de partículas extensas, cuyos movimientos en forma de torbellino arrastran a los cuerpos celestes.
El científico británico Isaac Newton refutó esta teoría, y lo hizo demostrando que los movimientos de los supuestos torbellinos no concuerdan con la tercera ley de Kepler, en la que se relaciona los períodos de los planetas con su distancia media al Sol. También añadió una demostración matemática.
La teoría de la luz cartesiana
Después de haber descrito las leyes del movimiento del universo, Descartes empezó a desarrollar su teoría sobre la naturaleza de la luz. En aquella época era habitual pensar que la luz viajaba de forma instantánea, como un impulso a través de las demás partículas de la naturaleza.
Descartes atribuyó a la luz una serie de propiedades distintas que describen la forma que tiene la luz para viajar, sobre los tipos de interacción que pueden darse entre diferentes rayos de luz, sobre la capacidad que tienen los rayos de desviarse (reflexión y refracción) y sobre la fuerza de los mismos.
Coordenadas cartesianas
Descartes es considerado «el padre de la geometría analítica». Una de sus contribuciones más importantes en matemáticas es la geometría cartesiana: se describe la geometría a partir de álgebra. Además, Descartes inventó el sistema de referencia cartesiano para representar la geometría plana.
Según Descartes:
Todos los problemas podían ser resueltos a través de las matemáticas porque son las únicas ciencias exactas que generan certezas y no dudas.
Descartes también inventó la convención de representar las incógnitas de las ecuaciones con las letras “x”, “y” y “z”, y datos conocidos con las letras “a”, “b” y “c”. También fue pionero en la notación estándar que usa superíndices para indicar los exponentes; por ejemplo: “x” elevado al cuadrado se escribe x2.
El dualismo mente-cuerpo
El dualismo mente-cuerpo establece que la mente y el cuerpo son distintos y separables. Para Descartes, la mente no es una sustancia física y, por tanto, no espacial. Identificó la mente con la conciencia y la diferenció del cerebro como el asiento de la inteligencia.
Este tipo de dualismo también se conoce como «dualismo de sustancias» o «dualismo cartesiano». Este dualismo también establece que lo mental puede existir fuera del cuerpo y el cuerpo no puede pensar.
Descartes argumentó que los animales sentían y percibían, pero que esto se podía explicar mecánicamente. En este sentido, consideró que los humanos tenían alma y mente, con capacidad de sentir dolor y ansiedad, mientras que los animales no podían sentir dolor ni ansiedad al no tener alma. Si los animales mostraban signos de angustia era para proteger el cuerpo del daño.
El mecanicismo
Descartes era mecanicista. El mecanicismo es un modelo que afirma que la única forma de influencia entre dos entidades se produce en el mundo material, de forma física. A pesar de que Descartes argumentó que la mente no se puede explicar en términos de la dinámica espacial de la materia, su comprensión de la biología era de naturaleza mecanicista. Descartes sostuvo que los animales solo son autómatas, sin capacidades cognitivas y sensitivas.
Descartes argumentó que los movimientos externos, como pueden ser el tacto y el oído, llegan a las terminaciones nerviosas. Por ejemplo, una quemadura en la mano pone en marcha una cadena de reacciones que llegan al cerebro a través del sistema nervioso central. Estas reacciones no requieren un proceso de pensamiento, ya que son enviadas de regreso a los músculos para retirar la mano.
Cronología resumida de la vida de Descartes
La siguiente tabla muestra de forma resumida los eventos más significativos de la vida de Descartes, ordenados cronológicamente.
Año | Suceso |
---|---|
1596 | Descartes nace en La Haye en Touraine (Descartes) el 31 de marzo. |
1606 | Ingresa en el colegio jesuita de La Flèche. |
1614 | Ingresa en la Universidad de Poitiers. |
1616 | Se traslada a París. |
1618 | Se une al ejército de Mauricio de Nassau. |
1619 | Se une a las filas de Maximiliano de Baviera. |
1620 | Abandona el ejército. |
1622 | Vende sus posesiones. |
1625 | Regresa en París tras cinco años de viaje. |
1628 | Se traslada en los Países Bajos. |
1644 | Publica «Principios de filosofía». |
1649 | Se traslada en Suecia. |
1650 | Descartes fallece en Estocolmo el 11 de febrero. |
Publicaciones de Descartes
- 1618: Musicæ Compendium («Compendio de música»), publicación póstuma el 1650.
- 1628: Regulæ ad directionem ingenii («Reglas para la dirección de la mente»), publicación póstuma el 1684.
- 1630: L’Homme («Tratado del hombre»), publicación póstuma el 1664.
- 1633: Le Monde, ou Traité de la lumière («El mundo o tratado de la luz), publicación póstuma el 1664.
- 1637: Discours de la méthode («El discurso del método»). Consta de tres partes: la «Dióptrica», los «Meteoros» y la «Geometría».
- 1641: Meditationes de prima philosophiae («Meditaciones metafísicas»).
- 1644: Principia philosophiae («Principios de filosofía»).
- 1649: Les Passions de l’âme («Las pasiones del alma»).
Descartes escribió una parte de sus obras en latín, la lengua franca de los expertos, y otra parte en francés, su idioma nativo. Sus obras fueron añadidas al índice de libros prohibidos en 1663 por parte de la iglesia católica.