Demócrito de Abdera fue un filósofo griego conocido como el «filósofo risueño» por su énfasis en la alegría como máximo atributo del ser humano. Nació en Abdera, antigua polis de Grecia, el año 460 a. de C. y falleció en Grecia el año 370 a. de C. Él y su maestro Leucipo fueron de los primeros filósofos en postular el atomismo: la idea de un universo compuesto por átomos y vacío.
El gramático griego Apolodoro dijo que Demócrito nació el año 460 a. de C. Demócrito también dijo en una carta que era cuarenta años más joven que Anaxágoras; las fechas concuerdan.
Los atomistas sostenían que la materia está compuesta por pequeños elementos indivisibles, los átomos. De las antiguas explicaciones materialistas del mundo natural que no estaban basadas en algún tipo de teleología, el atomismo fue la hipótesis más influyente.
Demócrito escribió más de 70 tratados, pero solo han sobrevivido algunos fragmentos. La mayor parte del conocimiento que tenemos de Demócrito proviene de las obras de Aristóteles, que a pesar de ser crítico con el atomismo lo elogió por argumentar a partir de consideraciones sólidas.
Los intereses intelectuales de Demócrito abarcaban una gran variedad de temas: matemáticas, física, ética, antropología y astronomía.
Para sus contemporáneos, Demócrito era conocido por su carácter extravagante. Se dice que podía presentir el futuro y se le asocian numerosas leyendas tan irracionales y absurdas como la siguiente: en una ocasión se arrancó los ojos en un jardín para que la contemplación del mundo externo no estorbase su meditación. Lo más probable es que se tratase de una expresión metafórica.
Formación y profesión
Demócrito nació en una familia adinerada. Además, su padre debió tener buena reputación, ya que recibió al Rey Jerjes I de Persia en su casa cuando pasó por Abdera. Con el dinero de la herencia recibida tras el fallecimiento de su padre, Demócrito se propuso viajar, estudiar y aprender todo lo posible.
Fueron muchos los países que Demócrito visitó para saciar su sed de conocimiento. Por ejemplo, estuvo en algunos países asiáticos, en Egipto, donde vivió 5 años, en Persia, Babilonia e incluso en la India. Él mismo decía que ningún contemporáneo había visitado tantos países ni había hecho tantos viajes.
En los países que visitó, Demócrito buscó hombres eruditos para estudiar bajo su dirección. Por ejemplo, de joven fue a Atenas para ver a Anaxágoras. De este modo, Demócrito regresó a su país natal, Grecia, lleno de conocimientos y sabiduría. Aunque todavía dedicó un tiempo a visitar las regiones griegas. Después regresó a Abdera y abrió una escuela que perduró más allá de su vida. Tanto Protágoras como Nausífanes fueron sus discípulos. Este último fue maestro de Epicuro.
La teoría atómica
En muchas ocasiones se cita a Leucipo como el padre de la teoría atómica, pero está claro que incluso los pitagóricos ya sostenían que el mundo material está compuesto de partículas individuales. En cualquier caso, Demócrito desarrolló el atomismo de una forma bastante completa y coherente.
El atomismo sostiene que hay dos tipos diferentes de realidades que forman el mundo natural: los átomos y el vacío. Los átomos son infinitos en cantidad y variados en tamaño y forma, sólidos y sin espacios internos. Se mueven en un vacío que también es infinito, repeliéndose entre sí cuando chocan o combinándose.
Además de cambiar de lugar, los átomos son inmutables e indivisibles. Los cambios que se producen en los objetos visibles están causados por las reubicaciones de los átomos. En términos aristotélicos: los atomistas reducen todo cambio del mundo material a un cambio de lugar de los átomos.
En este sentido, los objetos macroscópicos del mundo que experimentamos con nuestros sentidos son en realidad grupos de átomos. Mientras que los átomos son eternos, los objetos compuestos de átomos no lo son. El crecimiento o decrecimiento de los objetos se debe a la adición o pérdida de átomos.
La teoría de la percepción
La teoría de la percepción de Demócrito se basa en la afirmación de que pequeñas capas de átomos llamadas «eidola» (imágenes) se desprenden de las superficies de los cuerpos macroscópicos y se transportan por el aire. Estas capas de átomos se encogen lo suficiente para entrar en el ojo. Sería el impacto de estas capas en nuestros ojos lo que nos da la percepción visual.
Estas capas de átomos nos transmiten las propiedades visibles de los objetos macroscópicos (tamaño y forma), y tienden a distorsionarse a medida que recorren mayores distancias en el aire. La distorsión se da por el hecho de que los átomos están sujetos a recibir colisiones con los átomos del aire.
Las propiedades percibidas por otros sentidos, como el gusto, el olfato o el oído, también se transmiten por algún tipo de contacto. Por ejemplo, la teoría del gusto de Demócrito dice que se producen diferentes sensaciones gustativas debido al contacto con diferentes formas de átomos.
El alma de los seres vivos
Demócrito utilizó el término «psique» (alma) para referirse a esta característica distintiva de los seres vivos que explica su capacidad para realizar funciones vitales. Según contó Aristóteles, Demócrito consideraba que el alma humana está compuesta por un solo tipo de átomos: los átomos de fuego.
Esta vinculación del alma con el fuego parece dada por la asociación de la vida con el calor, y por el hecho de que los átomos esféricos de fuego se mueven fácilmente. La mente humana estaría formada por átomos esféricos livianos, y el cuerpo por átomos más pesados. Demócrito también consideró que el pensamiento está causado por el movimiento físico de los átomos.
La teoría del conocimiento
Según Demócrito y su maestro Leucipo, el pensamiento y la sensación tienen su origen en imágenes que inciden en el cuerpo desde el exterior, y que tanto el pensamiento como la percepción dependen de las imágenes.
Demócrito reconoció que su punto de vista da lugar a un problema epistemológico: considera que nuestro conocimiento del mundo deriva de nuestra experiencia sensorial. Además, los sentidos reportan propiedades que los átomos realmente no poseen, como los colores y los sabores. Por tanto, el potencial de duda sobre nuestro conocimiento del mundo exterior se cierne sobre nosotros.
Astronomía
Según Demócrito, en el vacío infinito no existe ni arriba ni abajo. Dijo que los astros como el Sol y la Luna son moles de átomos. El Sol es una piedra luminosa muy grande y muy caliente, al rojo vivo, o una piedra en llamas. Sobre la Luna dijo que tiene llanuras, valles y montañas que proyectan sombras. Demócrito parecía aceptar que la Luna es luminosa debido a la luz reflejada del Sol.
Él mismo afirmó que sus ideas, al igual que las ideas de Anaxágoras acerca de la naturaleza del Sol y la Luna, provienen de opiniones más antiguas. Sobre las estrellas, afirmaba que son piedras de fuego más pequeñas que el Sol; y que la Vía Láctea es la luz de muchas estrellas, pero que debido a los rayos del Sol no se podían observar correctamente.
Sobre la Tierra, Demócrito decía que tiene forma de disco pero sin ser plana, sino cóncava. Siguiendo las ideas de Parménides, pensó que la Tierra se encontraba en un estado de equilibrio estacionario. Muchos griegos suponían que la Tierra era circular, pero Demócrito reconoció que la Tierra era oblonga, es decir, más larga que ancha, y que su longitud era una vez y media su anchura.
Demócrito creó un mapa de la Tierra basado en estudios geográficos y náuticos, similar al que hizo Anaximandro.
Demócrito afirmaba la existencia de múltiples mundos, de diferentes tamaños, con diferentes etapas de desarrollo y con seres vivos. Sobre los cometas, para él eran conjunciones de planetas o estrellas que se juntan de manera tal que la luz se difumina para formar un objeto alargado.
A nivel cosmológico, Demócrito dispuso los cuerpos celestes de la siguiente manera: la Tierra en el centro del universo, y a su alrededor orbitan el resto de cuerpos, empezando por la Luna, Venus, el Sol, luego los demás planetas y finalmente las estrellas fijas.
Se dice que el arquitecto romano Marco Vitruvio atribuyó a Demócrito un catálogo de estrellas. Y según el astrónomo y matemático Otto Neugebauer, Demócrito dio los intervalos entre equinoccios y solsticios en 91, 91, 91 y 92 días, siendo el último intervalo el número de días entre el equinoccio de primavera y el solsticio de verano, asumiendo la duración del año de 365 días.
A Demócrito se le atribuye algunas obras escritas sobre astronomía. Entre estas obras se encuentra On the planets («Acerca de los planetas»), The great year, or Astronomy, Calendar («El gran año, o Astronomía, Calendario»).
Matemáticas
Demócrito adquirió muchos conocimientos de matemáticas durante sus viajes, gracias a los que fue un gran geómetra, materia de la que fue profesor. Sus logros en matemáticas fueron tan importantes como los que lograron los egipcios. Escribió varias obras matemáticas, pero pocos fragmentos pudieron perdurar.
Según cuenta Arquímedes, Demócrito encontró la fórmula que permite expresar el volumen de una pirámide. Y no solo eso, sino que también demostró que la misma fórmula se puede aplicar para calcular el volumen de un cono. En esta materia de las matemáticas se le atribuyen dos teoremas:
Sobre el volumen de un cono: «El volumen de un cono es igual a un tercio del volumen de un cilindro de igual base y altura».
Sobre el volumen de una pirámide: «El volumen de una pirámide es igual a un tercio del volumen del prisma de igual base y altura».
Cronología resumida de la vida de Demócrito
La siguiente tabla muestra de forma resumida los eventos más significativos de la vida de Demócrito, ordenados cronológicamente.
Año | Suceso |
---|---|
460 a. de C. | Demócrito nace en Abdera. |
370 a. de C. | Demócrito fallece en Grecia. |
Publicaciones de Demócrito
Según Diógenes Laercio, Demócrito escribió exactamente 73 obras, aunque otros escritores afirman que fueron menos. En estas obras trató una amplia gama de temas: desde la naturaleza de la materia, razón por la que es famoso, hasta la psicología, las matemáticas, la astronomía y la medicina.
Obras ordenadas por categoría
Diógenes clasificó las obras de Demócrito en categorías temáticas. A continuación se exponen todas sus obras.
Ética:
- Pitágoras
- Sobre la disposición del sabio
- Acerca de las cosas del Hades
- Tritogenia
- Acerca de la hombría de bien o de la virtud
- Acerca de la serenidad de ánimo
- Cuerno de Amaltea
- Comentarios éticos
Física:
- Gran orden cósmico
- Pequeño orden cósmico
- Cosmografía
- Acerca de los planetas
- Acerca de la naturaleza
- Acerca de la naturaleza del hombre
- Acerca de la mente
- Acerca de los sentidos
- Acerca de los sabores
- Acerca de los colores
- Sobre las diferentes figuras
- Sobre las mutaciones figurativas
- Confirmaciones
- Acerca de las imágenes
- Sobre temas de lógica (tres libros)
Naturaleza:
- Causas celestes
- Causas aéreas
- Causas terrestres
- Causas del fuego y de lo que hay en el fuego
- Causas en relación con los sonidos
- Causas en relación con las semillas, plantas y frutos
- Causas en relación con los animales (tres libros)
- Causas mixtas
- Sobre la piedra imán
Matemáticas:
- Sobre la diferencia del ángulo o del contacto de círculo y esfera
- Sobre geometría
- Temas de geometría
- Números
- Sobre las líneas y sólidos irracionales (dos libros)
- Proyecciones
- Gran año, o Astronomía, Calendario
- Competencia de la clepsidra (y el cielo)
- Descripción del cielo
- Geografía (descripción de la tierra)
- Descripción del polo
- Descripción de los rayos de luz
Literatura:
- Sobre ritmos y armonía
- Acerca de la poesía
- Sobre la belleza de los versos
- Acerca de letras de buen y mal sonido
- Sobre Homero o de la dicción épica correcta, y de las palabras raras
- Sobre el canto
- Sobre los verbos
- Sobre los nombres
Trabajos técnicos:
- Acerca de la dieta
- Régimen médico
- Causas en relación a tiempos favorables y desfavorables
- Acerca de la agricultura o de la medición de tierras
- Acerca de la pintura
- Tratado de táctica
- Tratado de combate con armadura
Comentarios:
- Acerca de los escritos sagrados de Babilonia
- Acerca de los de Méroe
- Periplo del océano
- Acerca de la historia
- Relato caldeo
- Relato frigio
- Acerca de la fiebre o de los que tosen por enfermedad
- Causas jurídicas
- Problemas manuales
Es una lástima que ninguna de estas obras pudiera sobrevivir al paso de los siglos. Solo sobrevivieron algunos fragmentos y se conocen algunos títulos. Sus ideas han trascendido gracias a textos conservados de otros autores: Diógenes Laercio, Teofrasto, Aecio, Platón, Aristóteles, Epicuro y Lucrecio.